You can quit and they don't care, but You'll always know... (John Collins)


25 de noviembre de 2011

Kilian Jornet


“Libertad significa no seguir a nadie”  (Krishnamurti).





   "Mi lugar de nacimiento es importante, yo nací en las montañas, a 2000 metros de altitud, ahí es donde empezó todo, mi padre era guarda de un refugio de montaña y mi madre era profesora, íbamos a hacer esquí de travesía en invierno, y en verano corríamos por los bosques, vivíamos en la naturaleza. Iba al colegio esquiando, aprendí a divertirme en las montañas, viéndolo como un lugar para disfrutar, nunca un lugar de sufrimiento. Allí nací, y viví por mucho tiempo, necesito las montañas para sentirme vivo, allí me siento en casa, sólo me siento así en la montaña".


   Kilian Jornet, de 23 años ha sido campeón absoluto en pruebas mundiales de Trail Running y esquí en altura. Su vida no se concibe sin el contacto con la naturaleza. Ha batido todos los récords posibles y gana toda competición en la que participa aunque en la última tuvo que abandonar contra todo pronóstico por no sentirse a gusto compitiendo, por sentir que perdía la pasión por la montaña y eso no lo soportaba, le hizo llorar. Ahora sólo piensa en refugiarse en su casa (el Mont Blanc) para preparar su próximo reto.

   Kilian ama los deportes de montaña desde niño. Vivía con sus padres y su hermana en el refugio de montaña de Cap del Rec, situado en la estación de esquí de fondo de Lles de Cerdaña, en el Pirineo Catalán. Fue allí donde empezó a hacer deportes de montaña y de nieve, un juego, era la única forma que tenían para divertirse allí arriba, en verano iban a jugar corriendo por el monte y los bosques que envolvían el refugio y en invierno hacían lo mismo montados sobre los esquís. Ya de muy pequeño consiguió hazañas del nivel de adultos alcanzando algunos picos y montañas a priori no aptas para su corta edad. Así fue como Kilian se enamoró de las montañas.

   También empezó a realizar competiciones de esquí nórdico donde pronto empezó a destacar y se vio todo su potencial en deportes de resistencia como carreras de más de 160km tanto en Estados Unidos como en Europa.


   En 2009 surgió la idea de los Kilian’s Quest, numerosos retos para disfrutar de la montaña de otra forma, conocer su gente e ir superándose a sí mismo.







Estos son algunos de sus récords y victorias en diferentes pruebas de trail running, ultra running, skyrunning,  en definitiva pruebas  de gran carga física y mental.


- Winner Ultra Trail Mont Blanc 2008, 2009,2011


- Winner Grand Raid Reunion 2010

- Winner WS100 2011

- Winner TNF Australia 100 2011

- Record GR 20 (200km,17000m - 32h54')

- Record Tahoe Rim Trail (280km,14000m - 38h32')

- Record Up/Down Kilimanjaro (5h22-7h14)

- World Champion skyrunning 2007, 2008, 2009, 2010.


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23 de noviembre de 2011

Entrenamiento Funcional


   El término Entrenamiento Funcional lo hizo famoso Michael Boyle,uno de los entrenadores de fuerza más influyentes con su libro "Functional Training".

El Entrenamiento Funcional (EF), como su nombre indica trata de entrenar el cuerpo para una función, con un propósito más allá de lo estético, haciendo hincapié en los movimientos que desarrollamos tanto en la vida deportiva como cotidiana. El EF ayuda tanto al atleta que entrena 6 horas diarias para mejorar fuerza, velocidad o tiempo para ir a las Olimpiadas como a quien desea que no le duela la espalda al sentarse frente al ordenador y simplemente evitar lesiones mejorando su movilidad articular y coordinación. Es apto para todas las edades porque la resistencia la pone el deportista con su propio cuerpo sin necesidad de cargar peso añadido. Existen materiales alternativos a los sobradamente conocidos en los gimnasios tradicionales para apoyo de este entrenamiento que luego veremos.

   Esta forma de entrenar en realidad lleva haciéndose toda la vida, pero ahora llega al público general después de verse sus beneficios tanto a nivel orgánico como neuromuscular. Resistencia cardio-respiratoria, resistencia muscular, fuerza, amplitud de movimiento, potencia, velocidad, coordinación, agilidad, equilibrio, propiocepción, precisión... son las capacidades físicas que desarrollaremos y muchos de los factores de rendimiento importantes para cualquier deporte. 

    El EF produce adaptaciones a nivel de coordinación intermuscular, entre diferentes grupos musculares y la transferencia entre cadenas cinéticas (de movimiento). El EF basa sus movimientos en integraciones entre estas cadenas para optimizar el rendimiento deportivo y el día a día de cualquier persona para afrontar con éxito los gestos cotidianos de la vida normal. Al utilizar estas cadenas podemos detectar con mayor facilidad el eslabón débil para poder entrenarlo de forma aislada y así mejorar todo el conjunto, porque todos sabemos que cualquier cadena se rompe por el eslabón más débil. Esto se puede apreciar en grandes deportistas como Rafa Nadal cuando lo vemos entrenar con gomas haciendo ejercicios para fortalecer el manguito rotador del húmero, crucial a la hora del golpeo con la raqueta (ejercicio analítico). Al entrenar las cadenas cinéticas de forma funcional conseguimos mayor eficiencia deportiva optimizando tiempo y resultados.

   También se producen adaptaciones a nivel de coordinación intramuscular. Son mejoras en las unidades motoras de un mismo músculo en sus diferentes procesos: Reclutamiento máximo de unidades motoras, sincronismo, (activarlas al mismo tiempo) y frecuencia (reclutamiento por unidad de tiempo). La neurona motora, encargada de conducir los impulsos del cerebro al músculo y el conjunto de todas las fibras musculares a las que estimula constituyen una unidad motora. Este mecanismo nervioso se desarrolla con entrenamiento de fuerza máxima.Una de las claves de este entrenamiento es que no produce gran aumento de masa muscular, así el incremento de fuerza se produce por factores nerviosos y bioquímicos. esta adaptación es la relacionada con la potencia.

   Esto no quiere decir que debamos olvidarnos de los ejercicios clásicos de gimnasio a los que estamos acostumbrados a ver, simplemente aprender a entrenar con eficiencia y saber adaptar este entrenamiento a nuestras necesidades y capacidades físicas. de todas formas yo he probado sesiones de EF con materiales no tan convencionales como Fitball, Bosu, TRX, gomas, plataformas vibratorias, kettlebells etc... y puedo decir que son más divertidos, lo cual es muy importante a la hora de entrenar y no perder la fuerza de voluntad. Superficies inestables (bosu, fitball...), entrenamiento en suspensión (TRX), inerciales (kettlebells)...etc, hacen tu entrenamiento más entretenido y eficiente.


Kettlebells

Bosu


TRX




   Resumiendo, el EF trata de entrenar de una forma más global los grupos musculares para la mejora de nuestro rendimiento, minimizando el uso de ejercicios analíticos de músculos concretos por la poca transferencia a los movimientos de la vida cotidiana de estos. Nos movemos por patrones de movimientos y no por movimientos aislados.

Aquí, el blog sobre entrenamiento que todos deberíamos seguir:



Y aquí os dejo unos vídeos y enlaces interesantes sobre el tema:














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21 de noviembre de 2011

Antonin Panenka


Sé virtuoso y te tendrán como excéntrico… (Mark Twain)







El partido acaba con empate a dos, es la final de la Eurocopa de Yugoslavia  1976. Alemania Federal no había podido con Checoslovaquia y  fueron a los penaltis. Hoeneb falló el cuarto lanzamiento y le tocaba a Antonin Panenka decidir en el quinto.

           Pelé aseguró un día que aquel penalti imborrable que marcó Panenka en la final de la Eurocopa de 1976 sólo podía ser obra de un genio o un loco. No le faltaba razón al brasileño porque todo hombre con talento demuestra en sus acciones algo de osadía que a veces se confunde con la falta de cordura.
Pero si algo demostró Penenka en ese lanzamiento histórico fue valentía, frialdad y precisión, delante estaba el mejor portero del momento, Sepp Maier.








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19 de noviembre de 2011

Ironman


                       
          El Ironman es la prueba más exigente del triatlón. Consta de 3,86 km de natación, 180 km de ciclismo y 42,2 km de carrera. La prueba tiene un tiempo límite de 17 h, un tiempo promedio de 12 horas, y el tiempo récord actual en el Ironman de Hawaii, es de 8:03:56 establecido por Craig Alexander en 2011. El de la isla de Kona está considerado uno de los más duros junto con Lanzarote, cada prueba tiene su propio récord, siendo algunos más rápidos y cubiertos en menos de 8h. Craig Alexander cubrió el tramo de natación en 51’52”, el ciclismo en 4h 24min. y el maratón en 2h44min. Lo cual significa un ritmo de 3’53” por kilómetro después de varias horas de bici y el oleaje del Pacífico durante casi una hora. Adeptos del running  saben lo difícil que es bajar de 4min/km, así que  imaginaos después del esfuerzo anterior…


                                        Craig Alexander. Hawaii, 2011


                                              Craig Alexander en el tramo de ciclismo.




                                                   Kona, Hawaii 2011, Swim 



              Los triatletas que compiten en esta distancia deben de entrenar duramente para esta prueba, cubriendo grandes distancias de natación, ciclismo y carrera a la semana durante una media de uno o dos años, tanto a nivel amateur como profesional, además de participar en una serie de pruebas clasificatorias para llegar a competir. El simple hecho de acabar es motivo de reverencia.

              Tiene su origen en 1978 cuando el infante de marina John Collins propuso combinar tres competencias ya existentes para saber qué atletas eran mejores (nadadores, corredores o ciclistas). Las competencias eran la " Waikiki Roughwater Swim " de natación (4 km), la " Around-Oahu Bike Race " de ciclismo (180 km) y el " Marathon of Honolulu " (42 km 195 m). Collins propuso hacer las tres seguidas. El ganador sería considerado el "Ironman" (Hombre de Hierro). Las primeras ediciones de esta prueba destinada a convertirse en uno de los más espectaculares desafíos deportivos afrontados por el ser humano, fueron en Waikiki, pero en 1981 la sede se trasladó a Kona, en la Isla Grande de Hawaii. Desde aquel entonces la cita anual es el sábado de octubre más cercano a luna llena.
El premio para el vencedor es de 100.000 Dólares y para los demás, ser “finisher” de esta prueba, vale casi tanto como el dinero.




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18 de noviembre de 2011

Johan Cruyff



“Al fútbol siempre debe jugarse de manera atractiva, debes jugar de manera ofensiva, debe ser un espectáculo”









    Muy pocos jugadores pueden equipararse a figuras como Pelé, Beckenbauer o Maradona. Aunque nunca ha ganado un título internacional con su selección nacional y sólo ha intervenido en una Copa Mundial de la FIFA, Johan Cruyff es uno de ellos. Fue tal el talento natural que desplegó, que el maestro holandés goza de una indiscutible reputación como uno de los más grandes futbolistas de todos los tiempos.

Leyenda del Ajax



    Cruyff se crió a la sombra del estadio y del campo de entrenamiento del Ajax de Amsterdam, donde trabajaba su madre, en el servicio de lavandería y limpieza. Su padre murió de un ataque al corazón cuando Johan tenía 12 años. Desde muy temprana edad, el joven Cruyff puso su mira en un solo objetivo: convertirse en futbolista profesional. Comenzó a entrenarse formalmente cuando tenía siete años y, para horror de su madre, dejó los estudios a los 13 para concentrarse exclusivamente en el deporte.

El legendario entrenador Rinus Michel le echó el ojo al flaco futbolista que tanto prometía y preparó un programa de ejercicio físico, concebido especialmente para desarrollar su endeble complexión, con el fin de que fuera capaz de soportar los rigores de una carrera profesional. Cruyff irrumpió en el primer equipo del Ajax a los 17 años y, dos años después, en 1966, consiguió el primero de los nueve títulos de la liga holandesa que acabarían pasando por sus manos.
Pronto adquirió fama internacional como futbolista elegante, de pies ligeros y bien dotado técnicamente, que nunca hacía entradas fuertes. Era creador de juego, lanzador y marcador, todo reunido en un mismo cuerpo, con una habilidad para sincronizar un centro que nunca se vio antes ni después.
También se hacía notar fuera del terreno de juego. Demostraba una gran confianza en sí mismo y una gran pasión por defender sus propias convicciones, hasta el punto de que no se mordía la lengua ni para evitar hacerse enemigos. Esta forma de ser no siempre le ha favorecido; por ejemplo, perdió el brazalete de capitán del Ajax en una votación de sus compañeros de equipo en 1973. Además, se han aireado acusaciones de arrogancia a partir de citas entresacadas de las entrevistas que concedía: "No creo que llegue el día en el que se mencione el nombre de Cruyff y la gente no sepa de lo que se está hablando"; o bien: "Antes de cometer un error, no cometo ese error".

La Naranja Mecánica se presenta al mundo



    Para ser uno de los jugadores más grandes de todos los tiempos, la carrera internacional de Cruyff fue relativamente corta. Hizo su debut con la selección holandesa en septiembre de 1966, en un partido contra Hungría y, en total, vistió la camiseta del equipo 48 veces antes de retirarse en 1977. Su última hazaña como internacional fue contribuir a la clasificación de Holanda para la Copa Mundial de 1978 en Argentina, aunque ya entonces sólo jugaba los partidos más importantes.

Su mayor logro como internacional llegó en la Copa Mundial de la FIFA Alemania 1974. Holanda entró en el torneo con pocas expectativas, pues había pasado apuros para clasificarse. Además, el equipo daba pocas señales de compenetrarse con las tácticas del seleccionador Rinus Michels, que se había incorporado bastante tarde al banquillo como sustituto de Frantisek Fadrhonc. Para sorpresa de todos, las piezas del rompecabezas encajaron repentinamente y, después de la primera ronda, Holanda fue aclamada de manera unánime por la prensa internacional como favorita para alzarse con el título.
    Los holandeses encandilaron al mundo con su fútbol total, un estilo de juego que el propio Cruyff encarnaba. Aunque en la alineación aparecía como delantero centro, merodeaba por todo el campo y surgía allí donde podía hacerle más daño al rival. Los demás jugadores se adaptaban con flexibilidad a su rotación, intercambiando posiciones con frecuencia, de modo que las funciones tácticas del equipo siempre se cumplían, pero no siempre por la misma persona. Se trataba de una concepción revolucionaria que cautivó al mundo entero.
    Era la hora de los naranjas y de Cruyff. En la segunda vuelta, el propio maestro materializó sus dos primeros goles en la vapuleada por 4-0 que Holanda infligió a Argentina, posiblemente el mejor partido del torneo. El enfrentamiento con Alemania Oriental fue un asunto más comedido, que los holandeses ganaron por 2-0. En el último de los partidos de la segunda ronda de grupos, Holanda se encontró con Brasil, en lo que prácticamente se consideró como una semifinal. Al final del turbulento choque, Holanda salió vencedora por 2-0. Cruyff marcó el segundo gol holandés de una espectacular volea en el minuto 65. El maestro enganchó un centro de Krol, pilló a contrapié al guardameta Emerson Leao, y su remate entró por el primer palo.
Cruyff volvió a hacer una exhibición de su talento en la final. Desde el saque inicial, los holandeses hicieron circular el balón entre sus filas sin permitir que los alemanes lo tocaran ni una sola vez. De un jugador naranja a otro, el esférico regresó a Cruyff, que se lanzó en carrera, se zafó de Vogts y fue derribado por Hoeness dentro del área. Neeskens transformó la falta en gol desde el punto penal, sin que ningún jugador alemán hubiera tenido ocasión de tocar el balón. Sin embargo, los holandeses no supieron aprovechar su ventaja, y permitieron que los alemanes regresaran al partido. El equipo anfitrión empató a raíz de otro penal y, a dos minutos del descanso, se adelantó por medio de Gerd Muller. En la segunda mitad, los holandeses no pudieron superar la infranqueable barrera de Sepp Maier y dejaron escapar el trofeo. El título de mejor jugador del torneo, adjudicado a Cruyff, fue un pobre consuelo.
   Durante el torneo de Alemania, Cruyff anunció que no jugaría en la siguiente Copa Mundial, que se iba a celebrar en Argentina, principalmente porque no quería estar alejado de su familia durante tanto tiempo. Eso y sus desavenencias con la asociación de fútbol de su país acarrearon el prematuro final de su carrera internacional.

Un éxito natural

    Sin embargo, en el fútbol de clubes, Cruyff continuó sobresaliendo. Entre 1971 y 1973, ganó tres veces consecutivas la Copa de Europa con el Ajax de Amsterdam. En 1973, se fue a España a jugar en el Barcelona y conquistó el título de liga en su primera temporada con los azulgranas.
Anunció su retirada en 1978, pero volvió a pisar los terrenos de juego en mayo de 1979, concretamente en Estados Unidos, donde pasó un par de temporadas antes de regresar a España para una estancia muy breve en el Levante, un equipo de segunda división. En verano de 1981 regresó al Ajax para poner el broche de oro a su carrera en su propio país y ganó la liga y la Copa de Holanda con el club en el que había debutado como profesional.
En 1983, se marchó al Feyenoord, el acérrimo rival del Ajax, con el que también consiguió el doblete. Con 30 años cumplidos, Cruyff sorprendió a todos desplegando lo que algunos estimaron como el mejor fútbol de su vida, y fue elegido el mejor futbolista de los Países Bajos en 1983 y 1984. El más grande jugador holandés de todos los tiempos colgó definitivamente las botas en 1984.


Su regreso a Barcelona

   
   Aunque Cruyff no contaba con la preparación técnica propia de un entrenador, ocupó el puesto de director técnico del Ajax de Amsterdam al principio de la temporada 1985-86. Cruyff aportó más trofeos a las vitrinas del club (lo llevó al triunfo en la Recopa de Europa de 1987) y, antes de su marcha al año siguiente, había contribuido a la formación de jóvenes promesas como Dennis Bergkamp, Aaron Winter, Brian Roy, y los hermanos Rob y Richard Witschge.

Regresando al mismo camino que había seguido como futbolista, Cruyff pasó del Ajax al Barcelona, donde se instaló como director técnico. Allí se propuso reconstruir el equipo: dejó marchar a una docena de jugadores, el alemán Bernd Schuster entre ellos, y contrató a nuevas estrellas. Al cabo de poco tiempo había configurado uno de los equipos más espectaculares del fútbol de clubes europeo, el conocido como Dream Team, que ganó la Copa de Europa en 1992 y cuatro campeonatos de liga consecutivos.
Después de ocho años de colaboración, Johan Cruyff y el Barcelona se separaron por segunda vez en 1996. Cruyff, que tuvo que dejar de fumar tras una operación de bypass en 1991 y volvió a padecer problemas de corazón en 1997, juró que no volvería a entrenar y ha cumplido su palabra. Su herencia quedará para la eternidad.

Como él mismo dijo en cierta ocasión acerca de la selección de Holanda: 

"Demostramos al mundo que puedes divertirte mucho como futbolista, que puedes reír y pasártelo en grande. Yo represento una época que dejó claro que el fútbol bonito es divertido y que, además, con él se conquistan triunfos".








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17 de noviembre de 2011

Anton Krupicka








   Su relación con el mundo de las montañas comenzó en su Nebraska natal, donde vivía con su familia en una granja. A partir de ahí, la historia de Anton Krupicka es bien conocida, sobre todo la parte en la que se convierte en uno de los mejores especialistas en carreras de 100 millas, distancia clásica de ultra trails americanos, pero que se ha ido importando en Europa hasta el punto de que la carrera más emblemática de nuestro continente, el Ultra Trail Mont Blanc, tiene un recorrido de 100 millas, es decir, 166 kilómetros.
   Con tantas carreras de 100 millas a sus espaldas, Anton es la figura ideal para aconsejar a todos aquellos que se quieran animar a presionar sus propios límites y ver si son capaces de completar una carrera de este tipo. Por ello, hemos acudido a él buscando los conocimientos esenciales para  enfrentarse a la distancia más mítica del trail running, las 100 millas.
1. Convicción y mentalidad
   Si has decidido correr carreas de 100 millas, tienes que ser consciente de que, para ello, tendrás que adquirir unos ciertos compromisos, tanto en el aspecto financiero como en la inversión de tiempo dedicado a tal empresa, así que te debes a ti mismo el hecho de no rendirte de forma fácil. Esto requiere que te presentes en la línea de salida de una carrera así con la total confianza de que vas a conseguir terminar la prueba. SIN IMPORTAR QUÉ PASE.
   Esto se antoja imprescindible, ya que si te presentas aunque sea con un poco menos de la convicción necesaria, será fácil que racionalices la decisión de abandonar cuando las cosas se pongan duras, más allá de las 60, 70 u 80 millas, algo de lo que te arrepentirás  seguro. Una de las dos veces que he abandonado una carrera de 100 millas fue porque me faltó convicción y la segunda fue por motivos de salud, ya que no podía moverme.
2. Aceptación del sufrimiento
   Una de las razones por las que la gente comienza a competir en carreras de 100 millas es por satisfacer su curiosidad acerca de si serán capaces de seguir corriendo tras tantos kilómetros, si serán capaces de apretar los dientes durante tanto tiempo. La realidad es que, tras haber recorrido 50, 60 o 70 millas, todo se basa en seguir corriendo. No hay magia detrás.
   El éxito de conseguir acabar  se basa, mayormente, en ser determinado, un poco terco y tener cierta tolerancia para el sufrimiento. Es increíble lo que a veces puede llegar a doler, pero tienes que estar mentalmente preparado para aceptar ese sufrimiento y sólo concentrarse en seguir corriendo.
3. Calorías y más calorías
    Es necesario desarrollar y practicar una rutina de alimentación de cara a la carrera. Para ser un “finisher” es indispensable ingerir de forma consistente entre 200 y 300 calorías por cada hora de competición durante tanto tiempo como te sea posible. Puedes comer algo más al principio, cuando tu estómago todavía se siente bien, ya que seguro que necesitarás esas calorías más tarde, cuando tengas el estómago totalmente cerrado.
4. Comienza despacio
   Desde la mismísima línea de salida comienza con un ritmo bajo, aunque te pueda parecer ridículo ir tan lento. Es una buena estrategia para la primera parte de la carrera, incluso hasta las primeras 60 millas. Más tarde, tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.
5. Cambia tus objetivos sobre la marcha
   Escucha a tu cuerpo en cada momento. De esta forma, estarás preparado para cambiar tus objetivos sobre la marcha, dependiendo de tu estado. Los objetivos por niveles son una de las claves del juego mental que te propone una carrera así. Si tu objetivo principal empieza a estar fuera de tu alcance, busca un objetivo secundario, aunque sea más bajo, pero que te permita mantener la motivación en niveles altos.
6. La carrera perfecta no depende del resultado
   Desde mi punto de vista, siento que he corrido la carrera perfecta cuando soy capaz de responder adecuadamente a todos los problemas que, inevitablemente, van a surgirte en una prueba tan larga. En toda carrera por montaña larga, los problemas aparecerán. Cómo reaccionas ante esos problemas es la clave del éxito en las pruebas de 100 millas.
   Para finalizar, me gustaría remarcar que, en realidad, sí que hay algo de magia envuelta en estas carreras. Me refiero a que puedes sentirte terriblemente, sin fuerzas al comienzo del día, pero, si sigues luchando, con la mentalidad y motivación necesarias, podrás revertir esa situación. Es verdad y es una de las claves para comenzar a competir en las carreras de 100 millas.



                           


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